
Lo primero que
tenemos que saber son las funciones que tiene
el pelo de nuestro perro o gato. El manto protege y aísla al
cuerpo del frío y el calor, de la humedad, de los mosquitos, de los rayos
ultravioleta y de todos los agentes externos en general, además
ayuda a mantener la temperatura corporal evitando que el calor se disperse en
invierno y que la piel se queme con el sol en verano. Así que, un manto sano
protege la salud de nuestra mascota.
Hoy en día tenemos a nuestra disposición
productos cosméticos de alta calidad, estudiados para aportar a cada tipo de
pelo y a cada circunstancia aquello que necesitamos para conseguir un manto
equilibrado. No se deben utilizar nunca productos para uso humano, ya que
el PH de un perro sano varia entre 5.9 y 6.9
y el PH humano de 5.5 es demasiado ácido para ellos.
Cuando acudimos al
veterinario y nos aconseja no lavar el perro a menudo o hacerlo una vez al año,
tiene razón si se lavase con un gel desengrasante (tipo detergente para fregar,
chimbo, gel de avena…) o con un champú de baja calidad ya que quitan toda
la grasa del pelo dejando la piel desprotegida por lo que no se debe hacer a
menudo.
Un buen
champú puede desengrasar y limpiar, y puede aportar sustancias
específicas para conseguir una acción particular, pero aun así todos los champús
abren las cutículas del pelo, y para poder cerrarlas es necesario el uso de un
bálsamo o crema hidratante específico para el tipo de pelo (según si es largo,
medio o corto necesita mayor o menor hidratación). Los buenos cosméticos nunca deben interferir en los
tratamientos veterinarios, al contrario, ambos deben complementarse.
De forma que si en un momento dado es necesario utilizar por prescripción
veterinaria un champú desengrasante, luego deberíamos utilizar un cosmético
adecuado para recuperar la hidratación de la piel y del pelo.
Las
frecuencias de los baños se adaptan a circunstancias
diferentes, un perro que vive en la ciudad necesita bañarse mas a menudo que uno
de campo, debido a la polución, o incluso cuando se necesita un tratamiento
cutáneo, por ejemplo, un SPA, pueden ser necesarios baños mucho más frecuentes,
incluso todas las semanas.
Para el
mantenimiento se recomienda bañar los perros y gatos una vez al
mes, ya que es el tiempo que necesita la epidermis para
renovarse completamente.
Un buen
estilista canino sabe dosificar exactamente aquello que
necesita el animal que tiene entre manos, así que cualquier consulta que pueda
surgir, no dudéis en poneros en contacto con nosotras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario