23 de diciembre de 2012

¿CON QUE FRECUENCIA PUEDO BAÑAR A MI MASCOTA?


Existe la idea errónea de que cuando llega el verano debemos “rapar” a nuestro perro para que no pase calor. Es aconsejable rebajar el largo de su pelo, pero hasta cierta medida, ya que si pasamos la maquina muy a ras de piel irritamos los folículos pilosos y favorecemos que todas las bacterias que se encuentran en la superficie penetren en los mismos provocando las indeseables dermatitis, por eso NUNCA debe verse la piel en el corte de tu mascota.

Lo primero que tenemos que saber son las funciones que tiene el pelo de nuestro perro o gato. El manto protege y aísla al cuerpo del frío y el calor, de la humedad, de los mosquitos, de los rayos ultravioleta y de todos los agentes externos en general, además ayuda a mantener la temperatura corporal evitando que el calor se disperse en invierno y que la piel se queme con el sol en verano. Así que, un manto sano protege la salud de nuestra mascota.


 Hoy en día tenemos a nuestra disposición productos cosméticos de alta calidad, estudiados para aportar a cada tipo de pelo y a cada circunstancia aquello que necesitamos para conseguir un manto equilibrado. No se deben utilizar nunca productos para uso humano, ya que el PH de un perro sano varia entre 5.9 y 6.9  y el PH humano de 5.5 es demasiado ácido para ellos.

Cuando acudimos al veterinario y nos aconseja no lavar el perro a menudo o hacerlo una vez al año, tiene razón si se lavase con un gel desengrasante (tipo detergente para fregar, chimbo, gel de avena…) o con un champú de baja calidad ya que quitan toda la grasa del pelo dejando la piel desprotegida por lo que no se debe hacer a menudo.

Un buen champú puede desengrasar y limpiar, y puede aportar sustancias específicas para conseguir una acción particular, pero aun así todos los champús abren las cutículas del pelo, y para poder cerrarlas es necesario el uso de un bálsamo o crema hidratante específico para el tipo de pelo (según si es largo, medio o corto necesita mayor o menor hidratación). Los buenos cosméticos nunca deben interferir en los tratamientos veterinarios, al contrario, ambos deben complementarse. De forma que si en un momento dado es necesario utilizar por prescripción veterinaria un champú desengrasante, luego deberíamos utilizar un cosmético adecuado para recuperar la hidratación de la piel y del pelo.
Las frecuencias de los baños se adaptan a circunstancias diferentes, un perro que vive en la ciudad necesita bañarse mas a menudo que uno de campo, debido a la polución, o incluso cuando se necesita un tratamiento cutáneo, por ejemplo, un SPA, pueden ser necesarios baños mucho más frecuentes, incluso todas las semanas.
Para el mantenimiento se recomienda bañar los perros y gatos una vez al mes, ya que es el tiempo que necesita la epidermis para renovarse completamente.
Un buen estilista canino sabe dosificar exactamente aquello que necesita el animal que tiene entre manos, así que cualquier consulta que pueda surgir, no dudéis en poneros en contacto con nosotras. 

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